Nuestros pilares

Eficiencia empresarial: secretos de una empresa eficiente

Eficiencia no es lo mismo que eficacia. Mientras que este último concepto hace referencia a la la capacidad de lograr el efecto deseado o previsto, el primero implica la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un objetivo con el mínimo de recursos posibles. Ambos son conceptos muy valorados dentro de una empresa, y en el post de hoy nos vamos a centrar en este último, la eficiencia, ya que se trata de un concepto que todas las empresas deben buscar, sin importar su tamaño o su área de negocio. 

Podríamos decir, para resumir, que la eficacia se reduce al fin, mientras que con el término eficiencia se habla de los medios pero siempre con orientación a un objetivo de ajuste que implica una optimización del aprovechamiento. Se puede ser eficiente sin ser eficaz y del mismo modo, también es posible ser eficaz sin ser eficiente, aunque lo ideal es una combinación de ambas cualidades. 

Las organizaciones buscan la excelencia empresarial. Esta solo se puede alcanzar a través de la eficiencia, logrando un equilibrio adecuado con la eficacia. Existen varias maneras de conseguir que este objetivo se haga realidad:

  • Teniendo en cuenta a las personas.
  • Potenciando un modelo en el que las interacciones y la confianza entre los integrantes de la organización sea el motor de la compañía.
  • Logrando el compromiso de las personas, especialmente en negocios intensivos en capital humano.
  • Garantizando el diseño eficiente de la organización y sus roles, la colaboración y la gestión del talento.

Las claves de la eficiencia empresarial

Rendimiento y productividad son factores necesarios para garantizar el éxito de una empresa. Sin embargo, el mantenimiento de ese nivel es el resultado de un proceso de acumulación de buenas decisiones y de trabajo riguroso, un esfuerzo que involucra a todos y requiere de compromiso.

La intuición, la improvisación y la suerte quedan fuera de este ámbito. En cambio, son requeridos profesionales competentes que aporten valor al negocio, una cultura de empresa sostenible y fuente de pensamiento unificado y la implementación de buenos hábitos laborales inspirados en la disciplina. Son las claves de la eficiencia y el punto de partida de la generación de las condiciones óptimas para garantizar la satisfacción en empleados, clientes, proveedores, distribuidores y toda la red de contactos del negocio.

Reconocer una empresa eficiente es sencillo, ya que todas las que lo son presentan los siguientes atributos básicos:

  • Creación de valor y generación de riqueza.
  • Definición clara de objetivos y adecuación de planes para garantizar su consecución.
  • Forma sistemática de operar aplicada a procesos y sistemas, orientada a resultados positivos.
  • Conocimiento y preocupación por satisfacer las necesidades expectativas y deseos de sus clientes.
  • Diseño de planes de desarrollo y mejora continua.
  • Fomento de los programas de motivación laboral.
  • Promoción del desarrollo profesional de los equipos de trabajo.

Cuando una empresa alcanza la eficiencia, su principal objetivo y su prioridad ha de ser mantenerse y seguir creciendo. Para ello es necesario el compromiso de todas las partes y el diseño de una estrategia sobre la que continuar progresando.

Tomado de: https://www.workmeter.com/blog